Wednesday, January 05, 2005

Benjamín Arellano Félix, supuesto narcotraficante
Octubre/2002
Primera parte...

Habló como si no se tratara de uno de los hombres que hasta hace apenas siete meses era uno de los más buscados en el mundo por las autoridades y acusado de narcotráfico. Con acento sinaloense y bronco, platicó por espacio de tres horas. "Pues si soy de rancho", comentó con una sonrisa.
Dispuesto a platicar y con el objetivo de que la gente conozca su situación en el Centro Federal de Readaptación Social Número Uno "La Palma", en Almoloya de Juárez, Estado de México; Benjamín Arellano Félix recibió al reportero de FRONTERA.
Una entrevista exclusiva y la única que ha dado a un medio de comunicación, en la que el presunto narcotraficante y supuesto jefe del Cartel de Tijuana, revela datos, cuenta su encierro, niega las acusaciones en su contra y derrumba el mito de una leyenda llamada "Arellano Félix".
Si no fuera por el nombre, parecería ser una persona común y corriente.
Dice ser católico, por eso acostumbra encender una veladora frente a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, lo que los militares confundieron con un altar a su hermano Ramón el día que lo detuvieron.
"No entiendo eso que dicen ustedes de que un altar, nunca he tenido un altar yo", indicó.
Sobre la muerte de su hermano dudó. "Puede ser que sí, puede ser que no". A él no le consta, ni vio el cuerpo, ni fue a un velorio, ni se lo informaron antes de ser detenido.
Desde el aula cinco del Centro de Observación y Clasificación (COC) del penal, donde se realizó la entrevista, Benjamín Arellano pide que sea tratado como un preso más.
"No pido privilegios, sino que se me trate como una preso normal, no anormal". Y es que desde su ingreso, hace ya mas de siete meses, se encuentra recluido en el área de celdas de castigo, en un espacio de dos por dos, siempre vigilado con cámaras de video. "Hasta cuando estoy haciendo del baño me ven".
El preso más famoso de Almoloya se dice ser inocente, pero dispuesto a enfrentar sus acusaciones por la vía legal, aunque desconfiado del sistema de justicia del país.
Condenó el hecho de que se involucre a su familia en actividades delictivas, se mostró enojado con los medios de comunicación que han publicado información donde se menciona a su madre, hermanas, esposa e hija. "Ya dejen en paz a mi familia".
Un hombre difícil de entrevistar, rechaza preguntas, mira fijamente a los ojos, casi no se mueve ni se distrae, con el rostro de enojo, la entrevista pudo haber terminado en cualquier momento por la tensión, por eso había que hacer preguntas ligeras para suavizar la situación:
-"¿Quién le gusta para Director Técnico de la Selección Mexicana?"
-"Pues los que se están manejando están bien, pero me gustaría que fuera Hugo Sánchez por ser mexicano, pero parece que ya no lo van a poner, ¿no?".
Poco a poco Benjamín Arellano cambia su rostro y se consigue la primera expresión de alegría cuando se le pregunta por su equipo de fútbol favorito: "A nivel mundial es Brasil".
Pero en cuanto se le comentaba sobre cuestiones de la familia, su molestia era notable. Y de nuevo había que hacer labor de conciliación.
Insistió en que se sepa su situación como segregado, reprimido, sin posibilidad de realizar actividades culturales, deportivas y recreativas. Dijo tener intenciones de estudiar leyes, para en lo personal también poder defenderse.
Se consideró como un hombre común y corriente y no como una leyenda. "Eso es meramente periodístico, nada más…eso lo hicieron ustedes mismos los periodistas".
Su fama se la deben al ex procurador Jorge Carpizo McGregor, comentó, ya que a partir del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, del que se desligó y del que ya fue absuelto, empezó la persecución que duró por muchos años, y que de acuerdo con Benjamín Arellano, no sabe si es porque él se supo esconder muy bien o porque las autoridades no trabajaron como debieron.

1 comment:

Guffo Caballero said...

Oiga, no me había rolado por este otro blog suyo. Está con madre!!! ¿A poco el Señor de los Cielos está muerto???, yo nunca he creído eso... Saludos mi buen.