Wednesday, November 28, 2007

Súbele volumen…

Algunos comentarios sobre inmigración, con los que coincido, de mi compa Residente Calle 13:

"El problema de inmigración lleva años, acá en los Estados Unidos. Hay que aprovechar para bregar, ahora que está la lupa, la mira encima de este problema".
"Creo que resolver el problema pudiese ser fácil, pero se complican la vida aquí en los Estados Unidos".
"Yo trato de irme por la lógica, creo que este problema se basa en el sistema en el que se vive, en el sistema de gobierno, que es un sistema de pirámide, en el que para tú estar cómodo otros tienen que estar incómodos, y así ha sufrido Latinoamérica por muchos años".
"¿Cuántas invasiones ha hecho Estados Unidos en Latinoamérica? Se han metido con fábricas, tiendas, McDonalds y de momento todo este desarrollo que tenemos se lo han robado de algún modo, tipo Guerra Fría. Se han robado ese desarrollo de Latinoamérica. Entonces se quejan luego de que estas personas de Latinoamérica, luego de que le han quitado eso, regresen a buscar lo que les han robado o regresen en busca de esa comodidad que te venden en comerciales, en el sueño americano".

Castigada

Para Elia...

Por mentir, Elia Magallanes fue castigada por el gobierno de Estados Unidos para no entrar al país durante 99 años.
"Ya llevo dos, nada más me faltan 97", dice resignada esta joven tijuanense que solía cruzar la frontera haciéndose pasar por ciudadana estadounidense.
"U.S. Citizen", les decía con un perfecto inglés a los agentes de inmigración cuando cruzaba por la garita de San Ysidro. Su piel blanca, ojos y cabello claros le daban más credibilidad a sus palabras ante los incautos "migras".
Pero después del fatídico 11 de septiembre de 2001 las cosas en la frontera cambiaron.
Elia continuó cruzando de aquella forma que para muchos residentes de Tijuana era muy común, sólo con decir: "llu es sítisen".
Hasta que un día la mala suerte le dio un pellizco y la atraparon cruzando la línea. En ese entonces Elia tenía 16 años y la deportaron, pero antes la "ficharon", la hicieron tocar el piano, es decir, le tomaron las huellas digitales.
El representante del consulado mexicano le dijo que no se preocupara, que como era menor de edad sus antecedentes quedarían borrados. Ella se lo creyó.
Cuatro años después de su infortunio, ya con un buen trabajo y la mayoría de edad, Elia decidió tramitar su visa en el Consulado de Estados Unidos en Tijuana.
"Mi entrevista fue el 12 de agosto de 2005", recuerda muy bien la muchacha. "Ellos me aprobaron mi visa, pero yo en mi aplicación omití haber intentado cruzar a los Estados Unidos".
Se refería al antecedente aquél en el que fue fichada y que por comentario del funcionario diplomático pensó que ya no existía.
"Me imagino que la ‘migra’ que me tocó ya sabía desde un principio que yo tenía mal récord… a los cuatro días de que había pasado mi entrevista me volvieron a llamar del consulado [de EU en Tijuana] para que presentara mis papeles a otra segunda entrevista y ahí fue cuando me dijo que por qué había mentido, que yo tenía un récord en su sistema y que por no haber dicho la verdad me iban a castigar 99 años, le expliqué a morir que yo era menor de edad, que no lo iba a volver a hacer, y claro, no funcionó".
Esa es la historia de Elia Magallanes, una joven de 22 años de edad que tendría que esperar hasta que cumpla los 119 para poder obtener una visa para cruzar a Estados Unidos.
"Todo porque mentí en mi aplicación, quizá si hubiera dicho la verdad me hubieran dado menos, pero pues ni modo, sólo espero que mi historia sirva de consejo para que la gente no tenga el mismo problema que yo, porque no ayuda en nada mentir, al final sale más caro el remedio que la enfermedad".