Haciéndole caso a la Eileen seguimos los pasos:
1.- Tomar un libro, ya sea uno que esté leyendo o el que esté a la mano.
2.- Ir a la página 123. (¿Por qué la 123? No sé).
3.- Llegar a la quinta oración, copiar las siguientes tres y ponerlas en un post con los datos del libro.
4.- Para hacer la cosa más bonita, se invita a otros tres blogueros a hacer lo mismo, y así en cadenita… Ahí va para: Alice, Guido y Ale.
Estás loco, dijo ella sonriendo por primera vez.
Y vivimos felices para siempre. Fernanda se curó de sus problemas, que para todo hay remedio. ¿Y por qué no quería que la llamara o que fuese a verla? Porque vivía con su madre, viuda, que era alcohólica e impresentable.
El contar cómo esa situación familiar pudo influir sobre Fernanda, queda para otra ocasión. Como lo de la atracción que sienten los tiburones por el olor de la menstruación.
Secreciones, excreciones y desatinos, Rubem Fonseca, Seix Barral, 2003.
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