Cuando lo detuvieron, en diciembre de 2003, me encontraba bien crudo en un cuarto de hotel de Barranquilla, en Colombia. El infame ring del teléfono hacía que mis dos únicas neuronas se pelearan entre sí.
“Aaghhh… bueno”, contesté con aquella voz de ultratumba que deja la combinación de aguardiente, cerveza, vallenato y butifarras.
Que prendiera la televisión, me decía Zahíde, que habían atrapado al Hussein.
El noticiero de CNN en Español mostraba a Paul Bremer, ese wey que puso el idiota de Bush para que quezque gobernara luego de que según ellos habían ganado la guerra en Irak.
“Ladies and gentlemen, we got him”, se vanagloriaba el pinche Bremer.
La respuesta de los periodistas iraquíes fue un griterío de júbilo y pedían la muerte para Saddam.
Luego la televisión repetía las imágenes de un wey barbón y todo madreado, tipo homeless, al que un médico militar con guantes de plástico espulgaba.
Tres años después, hoy a las 19:05 horas, tiempo de acá, le dieron cuello al hijo de la chingada.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
Yorshito, que buena idea, eso de un blog todo formalito no te quedaba. Que bueno que ya te soltaste la rienda, ja ja...
Post a Comment